Velingara - Tambacouda - Dar Salam - Niokolo Koba - Mako - Kedougou
Total: 336,70 km
Total acumulado: 5.854,60 km
Dos dias pasados por agua y tratando de evitar todas las tormentas posibles nos llevaron a Dar Salam, la principal puerta de entrada al Parque Nacional de Niokolo Koba. Aqui aprendimos otra maxima de Africa: la planificación muchas veces se va al traste y es mejor estar abierto a otras posibilidades. La epoca de lluvias ha hecho estragos y el campamento donde queriamos pasar la noche dentro del parque estaba cerrado. Además, como es logico al haber todo tipo de animales salvajes en libertad (leones y leopardos entre ellos), esta prohibido andar, ir en moto o en bicicleta por los caminos del parque.
Sin embargo, a algun lumbreras se le ocurrio la "brillante" idea de cortar el parque por la mitad con una carretera que une las ciudades de Tambacouda y Kedougou. Una barbaridad que, aunque nos pese, nos permitió atravesar sobre nuestras bicicletas este enorme espacio natural.
De camino al puesto de guardia de Niokolo Koba nos cruzamos con un grupo de agentes del parque que seguian los pasos del unico grupo de elefantes que se puede encontrar aquí, de unos cinco ejemplares. Les habian perdido la pista hacia tiempo pero, esa misma mañana, habian encontrado unas huellas recientes que indican que los paquidermos siguen en el Niokolo Koba. La mejor de las suertes para este complejo proyecto de reintroduccion de elefantes en el parque. Finalmente los guardas nos invitaron a pasar el resto del dia y la noche con ellos en su puesto de control. En el camino un grupo enorme de babuinos se sienta al calor del asfalto en el invierno senegales, un poco mas adelante una mama facocero protege a sus crias de los intrusos ciclistas.
Ultimamente nos acordamos mucho de una de las reflexiones de Eduardo Galeano, cuando decia que los mosquitos mueren en un aplauso, os imaginareis porque... Por la noche, todos los animales que rondan la construcción donde dormimos, en el corazon del parque, forman parte de una orquesta, donde los principales actores de la sinfonía que interpretan son los zumbidos de los mosquitos que rodear nuestra inseparable mosquitera. A la mañana siguiente, no fue necesario solamente un aplauso, sino toda una ovacion a los musicos para acabar con los mosquitos que aun nos rondaban.
A punto estuvimos de coger un coche hasta Mako. Hace dos dias un leon se habia instalado en medio de la carretera y no habia manera de hacer que se moviera. Algunos guardas nos animaban a coger un todoterreno otros a seguir con la bicicleta. Dejamos que la meteorología decidiera: no llovia, seguimos con las bicis. Asi antes de salir del parque y cruzar el rio Gambia en Mako, pudimos ver un par de chacales asomando las orejas entre la pradera y algun grupo de monos verdes.
Kedougou es el punto de partida para los viajeros que quieren conocer el pais Basari y la zona montañosa de Senegal. Aquí nos tomaremos un dia de descanso para conocer el primero y para coger fuerzas para lo segundo. De echo las dos ultimas etapas con leves ascensiones nos han recordado a aquellos ultimos coletazos del Atlas que abandonamos hace ya tanto tiempo, aunque desde luego no hay comparacion.
Desde Kedougou.
Que el viento sople siempre a vuestro favor.