miércoles, 6 de junio de 2007

Rabat - Beni Mellal

Rabat - Kioske Tabat - Casa Ferhate - Oued Zem - Beni Mellal
Dias del 29 al 34
Total: 255 km

Total acumulados : 1.345 km

Abandonamos la costa y enfilamos direccion al sur, la carretera por la que dejamos Rabat esta flanqueada por embajadas de todo el mundo, centros comerciales y lujosas casas. El camino, durante unos 30 km, es eminentemente llano y seco, los campos de cultivo lo adornan y las caras de la gente nos muestran que por la zona no deben pasar muchos turistas, mucho menos en bicicleta. Despues de un alto en el camino para comer algo y beber un te a la menta en un restaurante al que le habian regalado una segunda planta a costa de algun que otro chichon en las cabezas de los clientes, nos esperaba uno de los paisajes mas espectaculares de nuestra ruta hasta el momento. Estamos practicamente al nivel del mar, en una llanura que parece sin fin y de pronto, cuando menos te lo esperas, la carretera te hace descender vertiginosamente. En esta parte de Marruecos, la erosion del agua ha hecho que las montanias crezcan al reves, hacia el centro de la tierra, y si nosotros nos consolamos en las cuestas arriba diciendo “todo lo que sube baja“, aqui nos asustamos al pensar que todo lo que baja debe subir. Algunos kilometros mas tarde, efectivamente, terminas de subir de vuelta todo lo que habiamos bajado, y nos enfrentamos de nuevo a la llanura.
El sol iba bajando y teniamos que buscar un sitio donde poner la tienda para dormir, nos habian advertido sobre la hospitalidad de las gentes del interior, pero la realidad supera, en este caso, a la advertencia. Paramos en el Kioske Tabat a tomar un refresco, y aunque la comunicacion fue muy complicada porque el duenio solo hablaba arabe, conseguimos entendernos, y sin saber muy bien como, nos vimos rodeados por toda la familia Tabat llenos de atenciones para con nosotros, merendando un delicioso te y pan caliente recien cocido al horno con mantequilla y dulces caseros. Pusimos la tienda en su campo, bajo la atenta supervision de un burro constipado que, de vez en cuando, nos animaba con sus estornudos. Poco antes de que cayesemos rendidos dentro de la tienda, la abuela Tabat vino con un plato de tajin de verduras y cordero y otro repleto de frutas frescas. Antes de marcharse nos presto una vela para alumbrarnos en la oscuridad, la encendio y soplo varias veces apagandola para enseniarnos su complejo sistema de funcionamiento.

Al dia siguiente despues de dejar atras Merchouch y Rommani, muy cerca de Ezhiliga, las fuerzas empezaron a flaquear. El camino habia sido muy ondulado y el sol nos habia castigado bastante. Tras unos setos aparecio Mohammed, podria haber sido una de esas muchas personas a las que saludas y te devuelven el saludo y una sonrisa. Pero, encima de esas chancletas azules llenas de ronia, y tras esa tez oscura, bigote espeso y pelo negro cardado, se esconde un enorme corazon (por cierto, busca novia). En arabe nos convencio para que nos quedaramos en su casetilla de vigilante de los campos de cultivos familiares, nos saco su merienda para que comieramos y, poco mas tarde, aparecio uno de sus 11 hermanos: Abdeljak (lo sentimos, tiene novia y estamos invitados a su boda del anio que viene). Querian que nos quedaramos con ellos al dia siguiente y mostrarnos los alrededores de su casa, en principio eramos un poco reacios a retrasarnos un dia en la marcha, pero despues de Abdeljak vinieron Bomar, Oleya y Sedya, las dos chicas hablaban algo de frances, y tras unas duras negociaciones acordamos quedarnos un dia mas como invitados de la familia (algunas peticiones llegaban a la semana de estancia).

Por la maniana, despues de desayunar un delicioso te a la menta con leche recien ordeniada, romero y mucho azucar, ascendimos a la cima mas alta de la zona (unos escasos 150 metros). Despues Abdeljak nos llevo a su lugar de oracion predilecto, una especie de oasis en este secarral, donde los anfibios se las ingenian para descansar a la sombra. Pasamos un tiempo estupendo con la familia Ferharte, aprendiendo algo de arabe y mucho sobre su cultura. Y a la maniana siguiente nos despedimos temprano para salvar, antes de la comida, los 70 km que nos separaban de Oued Zem. Aqui descansamos, descansamos y descansamos; tanto como grandes eran las tres cucarachas que habitaban en la ducha de la pension y que no nos atrevimos ni a fotografiar.

El miercoles tras un pinchazo y algun que otro alto en el camino, llegamos a Beni Mellal, en las estribaciones del Atlas, su imponente silueta nos asusta un poco al pensar que maniana nos internaremos en sus caminos, carreteras y desniveles.


Desde Beni Mellal.
Que el viento sople siempre a vuestro favor.
Nuria e Ivan.

4 comentarios:

Unknown dijo...

¿Como conseguis actualizar desde allí la página?.

Por favor, no dejeis de actualizarla siempre que podais. Aunque no suela haber comentarios hay gente que os seguimos la pista ;)

Laure dijo...

Hola!
Me parece apasionante la capacidad de comunicación que puede haber entre las personas.
Gracias por acercarnos África con tanta frecuencia. Entro todos los días para ver si hay nuevas noticias. Me tenéis enganchaoo!!
Un besete para los dos!!

Yon dijo...

Sin duda al principio no tenia duda de que como podíais actualizar la página... y ahora estais en mitad de Marruecos. supongo que os pasais varios días sin saber que ocurre en el mundo, solo pedalear y la llanura... las cosas se pondran difíciles para que nos comuniqueis como os va, pero seguiremos pensando en vosotros.

El mapa de hoy:
http://maps.google.com/maps/ms?ie=UTF8&hl=en&msa=0&msid=100484594480621702063.0000011305e44e73977ad&ll=33.45436,-5.916138&spn=2.158504,5.141602&t=h&z=8&om=1

Unknown dijo...

¡Qué envidia!

Siento haber tardado tanto, tenía mi web algo abandonada, pero ya los he enlazado allí, espero colaborar en que reciban más visitas.

www.guiadeltrotamundos.es

Mucha suerte (o mierda en el aspecto teatral) y sigan adelante con su aventura y contándonos los detalles de la misma. Hablaré periódicamente de sus pasos en mi web/blog.

Mirko.